8 dic 2010

Lady Gaga desató anoche la locura en Barcelona.



Lady Gaga desató anoche la locura en Barcelona. En elPalau Sant Jordi, sus miles de fans       se volcaron con la artista y su 'Monster Ball Tour', que sonó sin control en un espectáculo de  dos horas.


Desde el minuto uno, Lady Gaga jugó sus mejores bazas -puesta en escena, arte y vestuario- para desenfrenar a un público que con 'Telephone' o 'Just Dance' sólo calentaron motores para sucumbir con 'Monster', 'Paparazzi' o el descargado 'Bad Romance'.

Las entradas estaban agotadas desde hacía meses y Gaga no defraudó a sus '"pequeños monstruos" de Barcelona y así se lo hizo saber, alto y claro, durante todo un 'show' que ella misma ha descrito como la primera opera pop-electro de todos los tiempos.

La Gaga transgresora y la que dice no tener la sensación de parecerse a una cantante de pop perfecta ha calado con su 'perfomance' y prueba de ello fue su 'Alejandro', enfundada con un provocativo corsé negro y refrendada por su elenco de esculturales bailarines, o con su incansable 'Pokerface'.

Cambios de escenario y colorista y atrevido vestuario -con sus característicos zapatos y plataformas imposibles- se sucedieron canción tras otra en la que no faltó el querido piano de Gaga. Primero hizo aparición un teclado dentro un capó de un coche amarillo ambientado en un entorno neoyorquino -su cuna natal- para después tocar 'Speechless' con un piano negro en llamas.

Lady Gaga controló escenario y ritmo y reinvindicó su misterioso ascenso. "Bienvenidos al Monster Ball Tour; mi destino es tocar para vosotros", proclamó Gaga, que llamó a libertad de cada uno y a dejar atrás miedos o tabués.
Unos audiovisuales proyectados en una gran pantalla que cubría el escenario mientras sonaba "I'm a free bitch" (Soy una zorra libre), han dado inicio al concierto con la locura de "Dance in the Dark".
"I'm gonna kick your ass Barcelona" (Os voy a patear el culo, Barcelona), mientras sonaban las primeras notas de "Just Dance" y con unos veinte bailarines y músicos le han bastado a Mother Monster para meterse a todo el público en el bolsillo durante las dos horas restantes.
El público, algunos tras días de cola para cojer un buen sitio y viniendo de todas partes desafiando huelgas de controladores, han vivido la eufória GAGA.
Provocativa en todo momento, cómo no, ha animado a saltar, gritar, rebelarse y quemar el dinero a los "little monsters" de Barcelona, ha seducido a un roquero al que llamaba Jesucristo y ha hecho gala de su extravagante sentido de la moda, cambiándose hasta diez veces de ropa! Y con un vestuario glam que recordaba al Bowie de los comienzos y a Queen, ambos referentes de Gaga.
El de monja-enfermera, con unas tiritas cubriéndole los pezones o un sujetador chispeante, se han llevado la palma recordando a la Madonna más polémica.
Con "Lovegame" ha llegado la tentación italiana, Gaga ha chuleado de tener un "gran pene italiano" (te amo Gaga) y con "Boys boys boys" ha incitado a la liberación sexual.
Tras un archicoreado "Telephone", cuyo videoclip con Beyoncé es uno de los más vistos en la historia del Youtube, Stefani Joanne Angelina Germannotta (nombre real de Lady Gaga) ha mostrado su lado más intimista con "Speachless", en la que, emocionada, ha insinuado que no actúa "por dinero, sino por la fama y el 'show'".
De la fiesta al drama, y tocando un piano literalmente en llamas, (tópico GAGA), "Speechless" y "You and I" (de su próximo álbum "Born this way"!!) han demostrado que Gaga no es sólo una voz y una cara bonita, demostrando su amplio abanico de posibilidades.
Con todo, Lady Gaga ha hecho gala de una portentosa voz, que la aleja de muchas artistas del 'mainstream' comercial obligadas a usar voces pregrabadas en sus directos (véase Britney Spears xD).
Vestida de novia y elevándose varios metros en una plataforma ha vuelto a traer el ritmo en el Sant Jordi con "So happy I could die", zanjando el segundo acto.
"Monster", "Teeth", en un escenario invadido por un tétrico árbol y han dado pie a la consiguiente de temas.
"Alejandro" y "Pokerface" han transportado al público a una especie de extasis colectiva que no ha dejado de saltar hasta el último tema. Barcelona le tenía ganas a la nueva diva.
Ritmos techno y unas imágenes propias del surrealismo alemán de los veinte han calentado el ambiente para el último acto, "El baile de los monstruos", que Gaga ha definido como "la mejor fiesta del planeta".
En "Paparazzi" ha sido devorada por un pez-monstruo, -en la versión más gótica del Warhol que tanto adora-, para reaparecer, y despedirse :( con "Bad Romance".
Ya te puedes ir preparando Madrid!! :D

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